lunes, 16 de noviembre de 2009

ENTREVISTA AL PROFESSOR JOE HALBUNA


PUBLICADA EN MARZO DE 1995

Actualmente es un gran promotor de torneos, entre los que se encuentran "Battle of de Bay", "Golden Bear" y el "Hawaian Open Karate Championships" celebrados en California y Hawaii y en los que se suelen dar cita entre 800 y 1.000 competidores por torneo.
Esta entrevista fue realizada en la escuela de Pacífica a 20 km de San Francisco, donde fuimos cordialmente invitados y atendidos dentro de¡ más puro espíritu de las Artes Marciales.


No es raro, encontrarse al Profesor Halbuna enseñando lo mismo a sextos danes como a niños con cinturón blanco, ya que según sus propias palabras: "Cuando comencé a enseñar Kajukenbo, adquirí el compromiso de dárselo a conocer a todo el que estuviese interesado, sin importarme su edad, color, estatus social o estado físico, y es lo que pienso hacer hasta que no pueda valerme por mí mismo."


¿Con quién y cuándo empezó a entrenar?


‑Mi primer Instructor fue Joe Emperado (hermano de Adriano Emperado), empecé a entrenar con él en 1955. Luego me mudé aquí (San Francisco) en 1962, en ese mismo año abrí mi primera escuela en la ciudad de San Francisco. Más tarde, en 1964, abría una escuela en Pacífica.


¿Quiénes expandieron el Kajukenbo en California?


‑Los primeros en enseñar Kajukenbo en el área de la Bahía de San Francisco fueron Al Dacascos, el Profesor Charles Gaylord, el Profesor Tony Ramos, el fallecido Al Reyes y yo mismo. Todos nos encontramos muy unidos y enseñamos en la zona de la Bahía de San Francisco. A partir de estos cinco Maestros se expandió el Kajukenbo en California hasta el día de hoy.


¿Cómo se introdujeron las Artes Marciales desde Hawai a los Estados Unidos continentales?


‑En 1962, el 80% de los Instructores que había en California eran de Hawai, el 20% restante eran de diferentes países como Japón, Corea, China, etc. Diez años después vinieron toda la gente de Tae Kwon Do, gente de estilos japoneses de Okinawa…


¿En qué posición se encontraba el Kajukenbo en aquella época?


‑El Kajukenbo estaba en un nivel muy bajo, muy por debajo de los otros estilos, porque no era comercial; no había negocio en el Kajukenbo y por eso siempre estaba abajo. Cuando un Instructor de Kajukenbo abría una escuela no cobraba mucho dinero y muchos de ellos no podían sobrevivir y la tenían que cerrar. Esas escuelas cerraban porque ellos enseñaban desde el corazón, no buscaban dinero, ni eran comerciales, enseñaban desde el corazón. No se buscaba el negocio, sino la enseñanza tradicional. Si hubiéramos ido a hacer negocio ahora seríamos millonarios, porque en aquella época, en el año 1962‑1963, éste era un país virgen. No había escuelas de Karate, sino escuelas de Judo. La gente veía Karate y se preguntaba, "¿Qué es esto del Karate?" En aquel tiempo se hubiera podido hacer mucho dinero, pero no nos metimos en negocios porque nosotros amamos enseñar. No cobramos mucho dinero ni hacemos un contrato, como en otras escuelas en las que te hacen un contrato, no te dicen “eres mi amigo” sino que te dicen “quiero tu dinero", ¿ves la diferencia? Para ser cinturón negro de Kajukenbo se necesitan cinco años, en otros estilos tres años.


¿Sigue siendo así en la actualidad?


‑Sí, hoy, en 1995, cuando vas a una escuela de Kajukenbo encuentras un 20% de negocio y un 80% de enseñanza desde aquí (se señala el corazón). Cuando vas a escuelas de otros estilos, 80% negocio y 20% desde el corazón.


¿Esto se refleja en el entrenamiento?


‑Sí. Buscando el negocio pierdes el entrenamiento real, por eso en las escuelas comerciales no puedes entrenar duro, si un hombre se te lesiona no entra más dinero. Si entrenas duro no tienes muchos estudiantes, se te van. Golpea lento, hazlo bonito y gana un montón de dinero. Eso es lo que pasa hoy en día.


De los actuales altos grados de Kajukenbo, ¿cuáles fueron sus estudiantes?


‑Por ejemplo, Max Togisala, actual 8º Dan, fue mi estudiante; otro 8º Dan es Lucky Luciano; también Frank Bianchi. Tengo alumnos con el ssexto Dan, como Bob Maschmeier.
Yo promoví personalmente a Ángel García al 7º Dan con la bendición del Sijo Emperado. Él es actualmente el número uno en Europa y tiene nuestro apoyo.
Tengo también quintos danes, cuartos danes. De todos modos nunca he promovido demasiados altos grados, ¡si hubiera sido comercial tendría quinientos cinturones negros! (ríe).


¿Thomas Barro Mitose fue alumno suyo?


‑Tom Barro Mitose, fue mi estudiante en la escuela de San Francisco en el año 1963. Obtuvo su cinturón negro de mí, era muy buen estudiante, entrenaba duro. Pero él era hijo de James Mitose, de Kosho Ryu, por eso se fue a ese sistema. Yo le dije que estaba bien cuando me dijo que se iba, tenía que ser así. Pero sus raíces, sus bases están en el Kajukenbo, y con estas raíces se fue al Kosho. Yo le dije, que estaba bien que lo hiciera, es más, estoy orgulloso de que quisiera continuar la tradición de su padre.


¿Qué le pide usted a un cinturón negro?


‑Para promocionar a alguien, tengo que estar seguro de que sabe muchas cosas. Sobre todo, respeto, respetar a los demás, otra faceta muy importante que deben conocer en la disciplina.


¿Por qué se creó el Kajukenbo?


‑El estilo de Mitose, incluso el de Chow, no fueron suficientes para Emperado; por eso buscó en otros estilos diferentes, en el Judo, Jiu Jitsu, Kung Fu, por eso se reunieron esas cinco personas y crearon algo fuerte, algo que ellos sentían que si salían a la calle les podría proteger. Por eso, es tan fuerte el Kajukenbo, porque el sistema está basado en la pelea en la calle. Sijo Emperado es una persona muy inteligente y fue una persona muy inteligente, porque tuvo la mente abierta y no se cerró. Porque cuando tienes la mente abierta puedes obtener mucho más. Si tienes la mente cerrada, sólo podrás obtener una idea muy pequeña y eso no es bueno.


¿Por qué sólo ha practicado Kajukenbo


‑Yo amo el Kajukenbo, pero también amo el resto de las Artes Marciales. Creo que los artistas marciales, incluso de diferentes estilos, deberían estar juntos y ser amigos. Porque nosotros enseñamos respeto a los alumnos, tu cuerpo y tu espíritu deben usar y aplicarse este respeto.
Todos los estilos son buenos. Todos. Porque todos son la misma cosa, te entrenan para defenderte a ti mismo, no para ir por ahí buscando problemas. Tienes que enseñar a tus alumnos respeto, pero también tienes que enseñarles a defenderse a sí mismos, que si alguien te ataca tienes que defenderte. Pero que no puedes coger a una persona y herirla por las buenas, porque te apetece, porque la persona, el ser humano, es muy importante. Tú eres un ser humano y yo no quiero darte una paliza porque eres un ser humano como yo y eres importante para mí.


¿Qué es lo que más le gusta del Kajukenbo?


‑Que lo tiene todo. Tiene Karate, Kenpo, Judo, Jiu Jitsu, Kung Fu y Eskrima. Todo está en el Kajukenbo. No importa lo qué hagas en nuestro sistema porque será Kajukenbo. Que tú aprendes aspectos nuevos de un sistema, que aprendes la otra cara de un sistema, seguirá siendo Kajukenbo. Por eso, enseñamos a nuestros alumnos que se puede hacer todo. Si tú haces un estilo, sólo ese estilo, está muy bien, pero entonces estás limitado.
Sijo Emperado me dijo: "Joe, no importa lo qué hagas, lo qué introduzcas en el sistema, todavía seguirá siendo Kajukenbo.”


Pero ¿se mantienen unos principios cuando se introducen elementos nuevos?


‑No importa, no importa. El Kajukenbo usará todo. No importa el sistema que hagas, porque lo que vayas a hacer depende de la situación. Por eso, es importante no limitar a nuestros estudiantes y hacerles estar seguros de que lo pueden hacer todo.
Por ejemplo, tu estilo particular, el Kenpo, es bueno, lo tenemos en el Kajukenbo, es nuestra base. Tenemos lo que practicas, pero tú no tienes lo que nosotros tenernos, esa es la diferencia.
Las primeras escuelas que aparecieron fueron de Kenpo Karate. En el sistema Kajukenbo la base es el Kenpo Karate, fue lo primero, es nuestra base y es en lo que estamos más fuertes. Sijo Emperado era muy fuerte en ese aspecto. Esto fue en los 50, más tarde a finales de los 60 principios de los 70 se desarrollaron otros aspectos del Kajukenbo con más fuerza, por ejemplo la parte de Kung Fu.


¿Por qué?


‑Porque quisieron hacerlo, porque había muchas personas que no querían hacer siempre el estilo duro, querían desarrollar la faceta suave del Kajukenbo.
Yo trabajo la línea Kenpo, la línea dura. Por ejemplo, Dacascos trabaja más la otra línea, él es más fuerte en ese aspecto. ¡Pero sigue siendo Kajukenbo! (Se ríe)


¿Enseñanza comercial o defensa personal?


‑Tú, ves una técnica y sabes lo qué funciona. Como persona debes preguntarte ¿qué quiero? ¿quiero enseñar defensa personal práctica o comercial?
Tienes que enseñar a la gente a defenderse en la calle, no en el colegio. Son dos cosas diferentes que debes recordar. Si vendes un programa y la gente va a comprarlo, esa gente es estúpida, son como muñecos. Si vas a aprender un estilo es porque te vas a sentir seguro con él.


Pero, sigue habiendo gente que lo que busca en un estilo es que sea bonito


‑Sí, son estúpidos, eso es bueno para una reunión de amigos, para una fiesta. Si salen a la calle e intentan defenderse a sí mismos no podrán, tan sólo podrán hacerlo una vez. Sólo tendrás una oportunidad de defenderte a ti mismo, si no sabes hacerlo, luego puede ser demasiado tarde y no podrás defenderte a ti mismo nunca más.
Si los Instructores quieren ser comerciales, buena suerte para ellos, yo personalmente enseño cosas prácticas.


¿A qué se debe el auge que se está produciendo en el Kajukenbo?


‑Porque es práctico, es un sistema práctico. Por ejemplo, tú puedes dar una patada voladora muy alta, pero si tienes que aterrizar ¡Bum! yo te golpeo. Esto es lo que quiero decir con ser práctico.


Además de Agradecer al Profesor Halbuna que se prestara a esta entrevista, no quisiera acabarla sin recalcar su gran humanidad y hospitalidad, ya que los tres días que pasamos en Pacífica (San Francisco) nos hizo sentir como si estuviéramos en nuestra propia casa.


¡¡¡ Aloha y Mahalo !!!

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